Fria la noche en que te conocí,
soledad elaborada.
Pálida luz nos amparaba,
temblando estaba la luz de tu candil.
Yo solicitaba refuerzos,
tu languidecías al besar mi cicatriz.
La noche se agotaba al acabarse el presupuesto,
y se encaminaban nuestros pasos a terminarla en el redil.
Y agotado ya de soportar mi titanio,
excavé trincheras en lo más profundo de tu cuerpo,
que inundadas,se fueron llenando de muertos,
que nosotros mismos asesinamos cuando empezamos a querernos.
Fue una noche de fatal desengaño,
un instante en todo este tiempo.
Así que tranquila,no seremos pareja del año,
sólo milicianos de una guerrilla condenada a un eterno enfrentamiento.
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