Hundimiento y sumisión denegada,
tantas veces soñada.
No es por mí,me repito,
y muere mi sensatez en alcohol ahogada.
Ni unos Buenos días me resucitan,
pues vuelven las agonías del día a día.
Pedidos a contrahora,
mi alma se desvela,mi billetera llora.
Ese hedor a fruta fresca me persigue,
me desvela cada noche,me atomiza a la mañana.
usando como fusta un palo negro que me atice
y me recuerde que mi pueblo interioriza la ponzoña.
Mercadona me hipnotiza,Bocaito me acompaña,
y sobreviven mis amistades celebrando las españas.
Pero hoy la orilla me sublima y me anega,
dando a entender con su vaivén que son mis ojos quienes me ciegan.
Aún así tu banderita,tu jiji,nuestro calvario,
me hace pensar en huir,cientos de veces,a diario.
Y ese aroma,je,ese aroma,
me acompaña hasta que me acuesto y desde que me levanto.
No puedo celebrar nada que yo no me gane,
su gol no es mi tanto,ni sustento que me apañe,
pero duermo más tranquilo si se que me quejo,
aunque sé que este mismo tema,no es el tema que me atañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario