La noche destruye vidas,
azules las pupilas,
grandes las manos.
Ni duermen ni callan.
Sólidas las nubes y flores,
los inviernos y coches.
Fluidos rosas e inertes,
requiebros de caminos.
Graneros de moneda,
súbitas las vidas,fuego.
Sinónimo su nombre de nada,
ayuda a cambio de sustento.
Por eso el pupitre rechina,
poca sal y mismo camino.
No cala el mensaje en el agua,
mora el deseo en un sobre gris.
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