Laurie despierta dormida de un sueño,
teme alegrarse de haberse apenado.
Sabe que pasa las noches llorando,
creyendo que su corazón,perecerá sin un dueño.
Vive de miedos forjados por la realidad,
soledad desmedida en cada cama donde yació.
No reparó en los miedos a los que se enfrentó,
y por ello cometió un error del que no se puede librar.
Ocurrió que tierna noche cometió un desliz,
no supo cómo,ni cuando,pero se dejó mecer,
en los brazos de ese chico que siempre la hizo feliz,
a fuerza de meses velando su sueño hasta el amanecer.
Se equivocaba como una paloma con whatsapp,
quiso olvidar el recelo con que un cuerpo virginal se guarda.
Aceleró en los caminos en los que la inocencia te atrapa,
y probó el néctar sagrado de cabalgar sobre el magma.
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