ONIRISMO DE AMOR CONSUMADO

Aún creo dominar las tardes de domingo,
al igual que al aire que recorre mi metalizado cuerpo.
Absorto en mis pensamientos,me callo lo que hoy no te digo,
guardando energías extrañas rodeadas de misterio.

Te miro ceremonioso y despiertas huracanes,
realidades subconscientes que alberga tu mente.
Cae la noche ante nuestros ojos,vil pareja de truhanes,
que nos hacen creer que es de día,aunque lo oscuro nos cierne.

Solícito me dirijo a tus labios dadivosos,
y tú,decides esquivar mis desmanes a golpe de timón.
Más sin esperar divisar la ropa caer de modo estrepitoso,
dibujas innumerables siluetas ociosas en el centro del salón.

Y renovando mi ánimo,sajado hace un segundo,
despierto vigoroso sin la letanía que antes murmuraba,
dejando fluir el momento,sintiendo como paraba mi mundo,
haciendo jirones aquello que a tu cuerpo desnudo ocultaba.

Solo vimos como se adelantaba la noche a nuestros cuidados motivos,
celebrando la lluvia que se avecinaba tras mi humilde desierto.
Sorteábamos barcos,elucubración de delirios,
sueños plagados de luces por las que al fin me despierto.
 
Todo parece indicar que ya padezco onirismo,
que los ojos que ayer creía míos,solo podían ser viento.
El problema es que todavía creo tener un carácter benigno,
el cual me impide enfrentarme de cara a la gravedad del momento.

Hoy despertaré exterminando la ilusión del iluso,
la esperanza posible del que aún se sienta esperanzado.
Largo me fiáis este agravio que tu razón a mi me puso,
pues seré fuego en tus venas cuando este juego haya acabado.