Azorado se halla mi corazón helado,
sumido en temores infantiles y banales,
convirtiendo compañías en soledades,
muriendo después de haberlo llevado a cabo.
Como no puedo encontrar consuelo a tu lado,
huyo a lomos de mentiras sacramentales,
aduciendo creencias,que jamás tuve tales,
y argumentando que hay un dios crucificado.
Parto presto a contrarrestar tus hostilidades,
ejercidas por ti contra mi cuerpo,eso me han inculcado.
Entre tú y yo,un gran número de jefes espirituales,
deshojando mi margarita a innumerables cañonazos.
* * * * *
Por favor,líbrame de esta creencia portadora de males,
se la mano que desate este yugo a mi donado.
Hoy has de ser la traidora de las religiones triunfantes,
libertadora de mi alma inexistente,que creo haber entregado.
Has de saberte ganadora al obispado,
no te rindas cuando te halles en sus penales.
No serás flor cara al sol por que te hayan obligado,
moriremos si ese es nuestro fin por defender las libertades.
Se han de oír nuestras voces muy alto y muy claro,
han de entender ipso facto las nuevas realidades.
Morirán si no se pliegan a la decisión del pueblo llano,
que decidió que sus vidas no la pisotearían sus deidades.
* * * * * *
Un gran concilio se hizo efectivo en los anales
del palacio más lujoso de la ciudad del Vaticano.
Efectuaron llamadas a los gobiernos en busca de amistades,
y entendieron que el mundo entero se volvió republicano.
A la mañana siguiente claveles en los fusiles,
calma fugaz de un sistema que caía en nuestras manos.
Un mundo nuevo nacía y la paz era posible,
creciendo sobre las cenizas de un imperio que se creía sagrado.
La libertad guiará al pueblo sobre un lienzo sin colores,
oportunidad inigualable de confraternizar con los hermanos.
Comenzaremos un mundo nuevo sin repetir los errores,
por los que existía la explotación legislada de un humano hacia otro humano.
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