Una tarde más vuelvo a preguntarme,
si las mujeres vinieron de Venus,
y nosotros de Marte,
si todavía hay alguien que me echa de menos,
o si aún hoy quedan,bocas a las que aferrarse.
Y planteo cada movimiento como si fuera el primero,
escrutando cada voto de las decisiones de mi cuerpo,
postergando los "si quiero",como si fueran de fuego,
siempre pensando:"ahora no se lo digo,uh,quizás luego".
Pero se que me hallo en el camino equivocado,
creyendo que mi cielo está nuboso,y el vuestro,soleado,
pensando cada vez con más consistencia,que no encuentro mi camino,
procurando que los lances del destino,me devuelvan un gancho de derechas,
y echen al traste todo por lo que yo he luchado.
Ya se que parezco apenado escribiendo este soneto,
que por no ser ni es soneto,sino locura y abatimiento.
Pero olvidar por completo mis transtornados pensamientos,
y como a serrat echar mi barca al mar,cuando más rudo sople el viento,
cuando más altas sean las olas,y cuanto más loco mi aturdimiento.
Pues es en el mar donde descansan mis neuras,
aquellas que atacan mi bienestar,dormido ya,
las que ponen cerco a mis memorias,que olvidadas se hallan,
todas las noches que pasais a mi lado,
son aquellas en las que mi alma inexistente,no estalla.
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