UNIVERSO IN VERSO

martes, 10 de enero de 2012

A Antonio García López,Cirujano ortopédico y traumatólogo

Una casualidad de un inexistente destino,
hizo que te cruzases en mitad de mi camino,
por una simple queja al hospital de Alicante,
dada la incompetencia atribuida por un mal practicante.

Fue todo como un mensaje,una señal,
mi hermana vio una revista de la generalitat,
un niño recién nacido,de físico muy parecido,
a su hermano que,a su lado,le miraba confundido.

Una página tras otra mis manos pasaron,
cada letra,cada coma,cada foto y cada dato.
Observé detenidamente de donde provenía la noticia,
de un niño con parálisis braquial proveniente de obstetricia.

Y busqué como loco,cada noche,cada día,
ese nombre,ese apellido,Antonio García.
Pedí cita en hospital de pago solo por verle,
solo por que no se escapara la oportunidad de mi vida.

Así un día,llegó el día que estuve esperando,
me dirigió al público para evitar mi desfalco.
Una prueba tras otra,movimientos,radiografías,
hasta que al fin me vi postrado sobre una cama que enmudecía.

A mi alrededor todo eran nervios o algarabía,
yo reconozco que ni sentía,ni padecía,
solo se que no se nada repetía constantemente,
y me hacía creer a mi mismo,que el miedo no estaba presente.

Y,llegó el momento,mi cama al fin se movía,
enfilaba los pasillos a una velocidad desconocida,
como si se fuera a escribir la historia de como empezó mi vida,
y las hojas fueran partes de mi respiración ahora asistida.

Cambio de cama,mi padre se despedía,
yo con mi sorna de siempre,todo me divertía.
Casi sin darme cuenta,y todavía con cachondeo,
enfilaba una cuenta atrás ridícula,como buscando el redondeo.

No me acuerdo de nada,solo que me dolía,
conectado a ese suero que decían me aliviaría.
Saben,no sentí jamás dolor tan continuo y grave,
y compartiéndolo conmigo,los mios,ellos lo saben.

Día tras día,el peso que soportaba se incrementaba,
quemaba mi hombro y esos clavos,prometo,quemaban.
Mi humor sufría alteraciones,siempre me malhumoraba,
era y es un sacrificio,que unas va a bien y otras,amarga.

Más,con el paso de los años he sufrido y he gozado,
aunque esos clavos,sabéis,son los causantes de esos cambios.
Unas veces por sus idas,otras más por sus venidas,
pero sabed que ambos son,causantes de mi amor por la poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario