UNIVERSO IN VERSO

jueves, 5 de enero de 2012

DE ESQUINA EN ESQUINA

Doblé la esquina una noche cerrada,
aquella que daba a tu barrio,
y me encontré con una sombra varada,
iluminada como por sol de verano.

Comprobé a derecha y extrema derecha,
ya que la izquierda la llevo controlada,
y al llegar a la otra esquina arrinconada,
me ofreció sus servicios una mujer maltrecha.

Yo que soy hombre de pocos posibles,
la conminé a comerciar con palabras,
ella me dijo de que cojones le hablaba,
yo no supe explicarme,se me fundió el fusible.

Juré abandonar esa endiablada esquina,
encaminarme con paso firme hacia la cima,
pero por el camino me crucé con un viandante,
gritando a los cuatro vientos que era hijo de cantante.

Me sentí requerido a acompañarlo en su atonía,
pues cantaba como el culo,pero con alegría,
y encaminándonos por unas calles desiertas,
ligamos con unas tuertas nominadas a miss simpatía.

La noche no podía ir a mejor,
o al menos eso creía,
pero desperté de mi sopor,
en el sofá de una comisaría.

No encontré ni DNI,ni pasaporte en mi cartera,
que de valores no era,ni creo que eso importe,
pero observando a ese policía y su descomunal bigote,
me eché a llorar al acordarme de la olvidada ley Corcuera.

Así que,en fin,al día siguiente,
después de declararme en suspensión de tragos,
decidí acudir al bar más adyacente,
para olvidar lo que aquella esquina me había ocasionado.

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