La noche se duerme sobre mi regazo,
alojada en la luna fría.
La mañana se viene,resultando dañina,
para el albor suave y el leve paso.
Fue sueño al dormitar de mañana,
solicitud presentada.
Vino a ser miedo en medio de la encrucijada,
solicitud denegada.
Dorando las arenas desvencijadas,
playas regadas de cañas.
Ilusión óptica en las calles de Malasaña,
que en los estíos no emigraba.
Y yo aquí con mi sol y mi gozo,
desperdiciando alegrías.
Deseando que sus palabras fueran las mías,
sumergiéndome en lodo de oscuro foso.
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