Una noche más te encuentro,
paciente,absurdo,risueño,
no veo el momento de escribirte unas frases,
antes qué mi cerebro se estanque,y mi cuerpo descanse.
Son las tres de la mañana y todavía no duermo.
Me encuentro hastío de silencios,de miedos,
de relaciones desaprensivas con el viento,
y soluciones desaladas de las playas del entendimiento.
Ya no habrán más noches francesas de otoño,
ni volverá a llenar Ingrid Bergman,las copas de vino de Oporto.
No soportaré amaneceres de los soles de la rabia,
ni calzaré mis muebles raídos,con tus desmanes y arrogancias.
Se acabaron los reinos europeos que nos roban el sueño,
ni habrá canguros monetarios,que en sus marsupios guarden oro.
Cauterizaré las heridas de los pueblos que supuren,
y pondré firme a las tropas,para las qué defender culturas,lo sea todo.
Te sacaré partido,naranja.
Me pondrás mortaja y sayo,muerte.
Pero no callarás las lectura de la gente,
que vuelcan sus ilusiones en unas palabras,
y esperan,con ello,que su sino cambie su suerte.
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