UNIVERSO IN VERSO

martes, 19 de abril de 2011

Poesias hacinadas

Me olvide de mis obsesiones,
y destiné las ayudas sociales a otros fines.
Te quité la ropa a contradiente,
esperé paciente,esperé paciente...

Decidí sufragar con tus pesares mis desmanes,
y plagié mi comisura en el cristal de los fanales;
de los barcos que de mi cuerpo zarpan,
de las barras de los bares,que te dan vida y que me matan.

Son los frisos de la pena y los rodapiés de la tristeza,
puentes de Madison Avenue en llamas.
El Zócalo mexicano espera a Ismael con presteza,
y habita entre el arquitrabe y la cornisa,a que reclame la plaza.

Mientras pierdo el tiempo enseñando a desaparecer,
a dioses que jamás se les ve,ni se les espera,
trago saliva,enciendo la luz,
y sigo escribiendo esta poesía politema.

Sigo por donde Francisco perdió la cabeza,
una noche de sabiduría pasajera,siempre pasajera.
Por donde Adolfo decidió que su victoria le bastaba,
para arrasar los paises contiguos con sus cruces gamadas.
Por donde el vecino italiano,Benito Mussolini,
decidió arrasar alicante con sus tropas de espagueti.

...Y por fin me vuelvo a mi monotona vida estudiantil,
a mi enfermiza jornada del estudio febril,
a recordar los dañinos catorces de febrero,
a recordar los nostálgicos catorces de abril.


PLAZA DEL ZÓCALO

(MEXICO D.F.)

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