Noches de cornetas,
días de alegrías,
alumbrando la salida,
de noches que pasan,
esperando la luz vespertina.
Todavía hay noches claras,
y noches emboiradas,
aún hay noches que agigantan,
nuestros sueños y añoranzas.
Aposentos de pesares,
Albergan mis huesos del plexo.
Sobre estancias de saberes,
tras las rejas de mis sienes.
¿posesiones gritas?
Tu miedo sacudes,
mientras te observo y pienso,
que a mi frecuencia anulas.
¿Cuanto cuesta un sentimiento?
¿y si quiero deshacerme?
¿Me pondrán mortaja y sayo?
¿y si esperan qué me muera?
Sácame de las tinieblas,
y que se reparta suerte.
Pues la escritura es mi vida,
le pese a quien le pese.
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