Miro sentado a un buda dormido.
Planchas de níquel,sobre sueños mojados.
Signos de omega,
nacen flores en mayo,
mientras busco las frases,
para escribir lo que callo.
Temo.Nubes ciernen mi noche,
destrozada tempesta,arden cirios paganos.
Siento tormentas de nieve,
se acerca el verano.
Niego manjáres tiempo ha exquisitos,
y me convierto en vegano.
Pues de nuevo son luces,
las que ciegan mis ojos.
Son sombras,tras las esquinas,
las que apagan mis días.
Paciente espero la hora punta,
se acercan las parcas,cuál marabunta,
esperando a que sus aguas se inunden,
de sentimientos maldítos e inacabados.
Y no es al fuego a quién temo,
ni el mar es uno de mis contrincantes,
son tus desprecios,tus desmanes,
los que hacen que pierda los papeles,
y me oculte tras mis misterios.
Vivo entre salinas desecadas de sentimientos,
sobre montañas rajadas,sabéres y sufrimientos.
Y hoy me expongo al sol,cuál lagarto ocelado,
oigo la llúvia,qué cáe,también música de Javier Krahe,
soy el pobre principito en busca de una rica casadera,
¿Por qué mis súbditos lloran,y ya nada es lo qué era?
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