Que putada es la agonía de velar tus noches,
me llena de rabia,de deseos,de desprecio.
Ya no aguanto más la encrucijada de reproches,
desprendidos de tu boca en un jardín de incendios.
Por eso duermo poco,como tarde y friego suelos,
quiero escapar de un fraternal desencuentro.
Por esa misma razón no me nace decirte te quiero,
porque ahora mismo amarte o no amarte me parece lo de menos.
Mientras tanto,seguiré durmiendo poco y comiendo tarde,
lo de fregar suelos,no me convence,nos es que me agrade,
debido a esta triste situación,habré de marcharme,
ya que dudo que mi presencia haga feliz a algo o a alguien.
Tras tanta cuna de pesimismo,tanto mea culpa y golpe en el pecho,
se apartan las nubes de paso para enseñarme el abismo,
y decirme:"Cuidado chaval,no te precipites,no decaigas",
sólo que al despertarme de este sueño,noto que a mi revólver le faltan balas.
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