No argumento satisfactoriamente mis dudas,
te pierdo y no te pierdo,pero ya no me importa.
No me importa porque se que nunca llegué a quererte,
y el perderte o no perderte,no hace que me sobrevenga la muerte.
De nuevo,sin venir al caso,discuto sobre Buda:
sobre si es un dios benevolente,sobre lo que aporta...
pero muero cada mañana al despertar mis pupilas,
como un traje de presidiario enfundado a un mea pilas.
Aún así,vuelvo a firmar con mi bolígrafo esta ley absurda,
en la que tu corrupción se disipa entre un montón de hojas.
Se que será difícil que veamos a tus huesos dar con una celda,
pero no me digas que eres inocente,Francisco,porque te mando a la mierda.
Y se que esta poesía no responde a mi habitual comedimiento,
miento,luego soy sospechoso de habitar entre tus orejas.
Claro...que aún hoy en día existen letrados que consiguen que te jodan,
y te encierren en lo más angosto y más profundo de esta humilde tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario