Hoja en blanco,frente a mi blanco ocular,
sopeso si escribir sobre tus poros,
o esperar a exorcizar mis vanidades,
sobre las oscuras aguas del mar Bósforo.
Noqueo mi vientre superlativo,en fin,
recuerdo de una simple boca alimentada,
mientras noto que este festín de poesía no me servirá de nada,
a causa de que mis ansias son regadas con polvos de hada.
Camino lento son las veredas que llevan a ti,
paciente observo cada hoja,cada planta,
cada muro escalonado por las ramas del jazmín,
tus caderas,tus pestañas,que son mi vida y me matan.
Porque sé que no te tendré,no sabes como lo sé,
como la noche a la mañana,
y porque creo que elegiste muy bien,
no queriendo al hombre,y adorando a la mujer.
Amando a aquella que disfruta de tu risa,
de tu despertar cansada,de tu hermosura,
haciendo cada noche de tu figura un verso,
de uno de los mejores sonetos de Don Pablo Neruda.
Por esto es,y no por menos,amiga mía,
que te dedico unos versos,unas líneas,
porque recordarte es creer que todavía existo,
y dado que visto lo visto,te prefiero como espiga de mis gramíneas.
Gracias por reservarme espacios de tu vida,
pues son como regalos de tiempo,lo más preciado,
gracias por dirigirme hacia otro punto de partida,
ya que sé que sin ti,el sino de mi vida no me habría gustado.
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