No disimulo al verte,te quiero,
y lo hago como quién encarceló a Al Capone,
no muy seguro de mis acciones,con miedo,
temeroso por esperar a oír que respondes.
Es una sensación extraña y novedosa,
sí,esto de ponerme a tus pies,como si tal cosa,
deshaciendo por completo mis discapacitadas defensas,
todo ello a expensas,de escuchar las dos palabras de tu boca.
Partiendo cada año a un hogar diferente,
esperando olvidarte,al sentirte distante.
Retorciendo mi cancela hasta lugares insospechados,
el año pasado fue Valencia,este año,quizás Orihuela.
Me doy cuenta que es así como te olvido,
con versos desnutridos de medición versicular,
alegando falta de coraje,o que es el destino,
pero el problema es que todavía,no me atreví a preguntar.
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