Hoy miro fijamente a un anciano,
apoyado sobre sus tristes muletas.
Sujeta su cuerpo,sus temblorosas manos,
las agarra con ánsia,cual anterior metralleta.
Marca con la mirada,
un horizonte que queda ya lejano,
el campo de batalla,donde aquel día gano el tirano.
Donde le hicieron abrir su puño,
y alzar al viento el brazo.
Todos pensaron que Francia,
abriría sus brazos de libertad,
pero fuimos engañados,como tiempo atrás,
en los que Napoleón cruzaba nuestras lineas,
con la excusa de invadir Portugal.
Allí nos esperaron con sus campos de concentración.
Los españoles fuimos tristes herramientas,
de una época de sinrazón.
Pero cuando llamaba a sus puertas el enemigo teutón,
batallón contra batallón,
fuimos nosotros los que luchamos por patria ajena,
con valentía y con ilusión,
esperando qué nuestra tierra,
tambien fuera liberada de tirano dictador.
Ay¡Llora el viento al verte teñido de nube.
Gime el agua,al ver que tu piel se agota.
El ánimo sube,el cansancio se nota,
pero se os recuerda,abuelos,
por haber luchado para cambiar las cosas.
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