Desde las ventanas de tus ojos,
se alumbran las rimas de mis versos,
por las que empujan uno a uno los pocos
temores y miedos que siento.
Verte es un resplandor sin brillo,
una nota caída que se aferra a un pentagrama,
como el perfume derretido que desprende la retama,
que crece erguida al cielo en los alrededores de tu castillo.
Mas no has de llorar desconsolada,
por verte perdida y sola.
Has de pensar que algún día se abrirá tu alcoba,
y poseerás amaneceres y polvos de hada.
Y ya por fin,es el fin del fin de tus comienzos,
son calles acostumbradas a tu ausencia,
a tu leve aparecer,a mi infinita paciencia,
a esperarte entre las tumbas donde descansan mis muertos.
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