Bohemios de la noche y de la niebla,
prematuros dramaturgos y rapsodas,
alejados de las luces y las modas,
moristeis pronto,cabrones,pero se os recuerda...
El mal aceptasteis como esencia del hombre,
Tristán,Stephane,Marceline,Auguste,Pauvre,
rechazabais los honores y valores de la sociedad,
renegabais de la muerte y del amparo de la cristiandad...
Codificabais vuestra escritura,encriptábais fantasías,
era una triste desventura,vuestro consumo de alcohol y drogas.
Transgredíais con vuestro verso la paz de sus señorías,
volaba vuestra imaginación,es cierto,pero sus alas estaban rotas...
¡Poetas malditos fuisteis,hijos de leviatanes y satanases!
pues la muerte os abrazó temprano,como cobrándose deudas,
a causa de vuestra liberal sutileza,de llenar de pasión vuestras fauces,
verbalizar sin cesar vuestras frases,y sumergir al lector en tinieblas...
En memoria de aquellos poetas malditos,que ya en 1888 reflejara Paul Verlaine en su obra homónima y que aún hoy,nos encontramos bajo dicha maldición que es el no poder dejar de escribir aquello que sentimos y queremos hacer sentir.MENOS POLIS Y MÁS POETAS.
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