No hay gatos en el vecindario

No hay recetas imposibles con tu salsa,
ni caminos desgastados por tus pasos.
No hay faltriqueras vacías de desgana,
y...¡No hay gatos en el vecindario!

No hay destrozos ocasionados por tu guerra,
ni estridencias emitidas por mis manos.
Que me niegan tu alegria las señoras que viven en mi escalera,
y ya no se...¡No hay gatos en el vecindario!

No entiendo que es lo que pudo ocurrir,
ni que extraña fuerza me está dominando,
no te preocupes si esta noche no me oyes venir,
pues....¡No hay gatos en mi vecindario!

Y esta mañana,al levantarme despacio,
me he dado cuenta que ya te fuiste,
que cumpliste aquello de lo que estaba avisado,
y de nuevo...¡vuelven los gatos a mi vecindario!