Noche cerrada en el corazón de los hombres,
triste desliz de mis alforjas con tus fanales,
a tenor de los acontecimientos se que estamos en carnavales,
pues los humanos se visten distinto y tras otras máscaras se esconden.
Beben de la lluvia caída en sus temblorosas manos,
tragan saliva deseosos de no tener que renunciar a nada,
viven en playas donde la arena ya está acostumbrada,
a ver correr la sangre,derramada por los cristianos.
Es el fin de un instante que se eterniza,
la finalización de un sueño que acaba cuando comienza,
calma que huye despavorida,de miedo muerta,
cuando escucha que tras su puerta,se atrinchera la desidia.
¡Pierde de nuevo el miedo a la antigüedad renacida!
¡Clava tu mirada,en el punto de tu mente de la cual sientas más vergüenza!
pero no desistas en tu empeño,ten equidad y paciencia,
pues la puerta en la que buscas,ya no alberga la salida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario